La cama como es de suponer ocupa el lugar mas importante de nuestro cuarto por lo que la disposición del resto de la estancia dependerá del tamaño o la forma de la cama.
La cama puede colocarse en el centro del panel de la pared, en ángulo de cara a la ventana, orientada en la mejor dirección, su localización dependerá siempre del tamaño de la habitación, pero en cualquier caso esta no debe impedir la libre circulación por el cuarto y debe ser de fácil acceso. Si el espacio es reducido, se impone adoptar la solución de una cama plegable, en forma de diván o una cama empotrada, que se inserte y quede disimulada a lo largo de una pared, en medio de las estanterías de una biblioteca o entre los estantes de un armario.
En el caso de que se disponga de un dormitorio grande cabe la solución de colocar la cama ostentosamente en un primer plano o por el contrario, esconderla por completo, hay dos razones para querer disimularla: si su tamaño la convierte en un elemento desproporcionado en relación con los demás elementos del mobiliario, es preferible hacerla desaparecer o aislarla y todavía con más razón si se cree que es un mueble que no es necesario exponer.
La ubicación de la cama en la habitación es determinante , ya sea ésta pequeña, grande, abierta, cerrada. Siempre dependerá de las costumbres de cada uno, algunos sólo la utilizamos el tiempo necesario para el sueño nocturno, en cambio otros prefieren pasar un poco más de tiempo en ella, ver la televisión , recibir visitas, etc…
