Si tenemos en cuenta que gran parte del día nos pasamos durmiendo, es normal pensar que la elección de los elementos que influyen en el sueño, como pueda ser el caso de la almohada, sea fundamental. Sin embargo, siempre nos surge la pregunta, ¿cómo elegir la almohada ideal?

3 consejos para que la elección de la almohada sea perfecta

Los conejos que vamos a indicar a continuación van a tener unos beneficios directos en nuestra salud, incluso desde el primer día.

  • Se reducirán los dolores de espalda.
  • Los problemas respiratorios mejorarán.
  • La circulación de la sangre mejorará.
  • Los ronquidos casi desaparecerán.

El material es fundamental

No hay duda. El material de una almohada debería ser lo primero que tienes que tener en cuenta. De hecho, entre los materiales disponibles, nosotros recomendamos 3 de ellos.

  • Fibra. Es un material cómodo, fresco y sobre todo muy transpirable.
  • Viscoelástica. Es termosensible y favorece mucho el apoyo de la cabeza.
  • Látex. Es muy suave y lo más importante es que favorece mucho la higiene.

Ten en cuenta tu postura

En función de tu forma de dormir deberías elegir una almohada u otra. La idea es que se adapte a ti y no tú a ella.

  • Si duermes de lado. La firmeza de la almohada debería ser media para no forzar el cuello.
  • Si duermes boca arriba. Debes dar con una que te permita apoyar las cervicales sin ninguna clase de problemas.
  • Si duermes boca abajo. Lo mejor es que sea blanda y fina para que no dificulte la respiración.

El tamaño siempre es clave

Tu almohada debe adaptarse también a tu cama y a si duermes solo o en compañía. De hecho, antes de decantarte por alguna podría ser interesante probar en el lugar donde la adquieras si las dimensiones de esa almohada van a favorecer tu descanso.