Hoy en día los edredones nórdicos son la primera opción que eligen en los hogares para dormir. Estos edredones respecto a las mantas tradicionales son más ligeros y confortables y tienen diversos niveles de calidez. La principal razón para pasarse al nórdico, es que no necesitas capas y capas en la cama para estar calentito, con un plumón se mantendrá tu cama calentita a pesar de las frías temperaturas.

Es por ello que hoy te traemos unos sencillos consejos para que mantengas tus nórdicos de plumas en condiciones óptimas y puedas disfrutarlo por muchos años.

Cómo mantener el nórdico correctamente

  1. Una de las primeras cosas que debes hacer nada más levantarte, es airear el nórdico y dejarlo ventilar, ya que durante la noche suelen coger humedad. Cuando más tarde vayas a hacer la cama, es necesario que lo sacudas bien para que vuelva a estar esponjoso.
  2. Intenta no colocar cosas pesadas encima, como tumbarte sobre él, ya que el relleno de plumas puede llegar a estropearse y afectar la distribución de estas.
  3. Cambia por lo menos una vez al mes la orientación del edredón.
  4. Usa siempre una funda nórdica. Esta lo protegerá de manchas y que tengas que lavarlo con asiduidad, ya que esto es algo que deberemos alargar el máximo tiempo posible para un mayor cuidado. El lavado es aconsejable hacerlo 1 vez al año. Se recomienda utilizar fundas transpirables.

Cómo debes guardar el nórdico

Una vez finalizada la fría estación, es el momento perfecto para lavar el edredón, el cambio de estación es el idóneo para esto. Cuando llegue la hora de guardarlo hasta la próxima temporada, es recomendable guardar el plumón en su bolsa original o en una transpirable y añadirle gel de sílice y alguna bolsita de lavanda. Esto evitará que adquiera humedad y olores desagradables además de mantener alejadas las polillas.

Cuando vuelva a llegar la temporada de frío, lo recomendable será extenderlo al sol para que se ventile correctamente y el relleno de pluma adquiera su volumen natural.