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La compra de un sofá supone una importante inversión. Además de un diseño adecuado, debes apostar por una estructura fuerte, un relleno cómodo y una tapicería a prueba de bomba, todo esto teniendo en cuenta su tamaño.

A continuación se listan los detalles más importantes:

  • El armazón: Debe ser sinónimo de resistencia. Procura que la estructura del sofá sea sólida; durará más años, unos 12 por término medio.
  • Butaca: Persigue el objetivo del reposo completo. Por eso, los diseños anatómicos, los respaldos reclinables, los reposacabezas y reposapiés son indispensables en ellas.
  • Complementos: La falta de espacio ha favorecido ideas nuevas: la incorporación de dos a cuatro ruedas a sofás y butacas permite una movilidad absoluta.
  • Medidas: para que un sofá sea cómodo, su profundidad debe situarse entorno a los 60 cm; así no forzaremos la zona lumbar. El respaldo tiene que tener entre 80 y 90 cm de alto. Cuando no cumplen este cánon, resultan perjudiciales para el cuello y algo anti estéticos. Su anchura debe de estar entre 1,65 m y 1,75 m para los sofás de dos plazas y de 2m para los de tres plazas.
  • Rellenos: El material que compone el relleno de aseintos y respaldos es decisivo. Evita los cojines muy blandos. El rellon puede ser de pluma, de pluma y espuma o de espuma poliester. Las plumas de oca son el relleno más caro, pero dan buen resultado por que se adaptan bien al cuerpo y no se deforman si tienes la precaución de ahuecarlas y sacudirlas cada 15 días.

Estos son los puntos fuertes a tener en cuenta a la hora de comprar un sofá y sobre todo disfrutar de su uso durante el mayor tiempo posible!!