Puedes mejorar la economía familiar con una serie de pautas y consejos para ahorrar en casa. Puede que no puedas poner en práctica todos los consejos, pero seguramente la mayoría sí puedas realizarlos.

1. Reduce el consumo eléctrico y el agua. Dicho así puede parecer muy pretencioso, pero si ponemos un poco de nuestra parte podemos reducir uno de los mayores gastos del hogar, por eso es lo primero que debemos considerar. Pequeños gestos como cerrar el grifo mientras te lavas los dientes o preocuparte de apagar las luces que no estés usando pueden reducir tus gastos en gran medida. Cambiar las bombillas tradicionales por bombillas de bajo consumo debería ser tu primera preocupación. También debes apagar la televisión para que no se quede en stand-by y usar la lavadora a carga completa.

2. Haz un presupuesto de los gastos de la semana, de esta forma tendrás un límite al que ajustarte y no caerás en compras innecesarias, de forma que sólo gastarás en lo imprescindible. Puedes hacer ligeras variaciones de una semana a otra.

3. Basa tus compras en componentes racionales. En ocasiones vemos un nuevo producto que nos gusta y sentimos la necesidad de comprarlo aunque realmente no lo vayamos a necesitar, por eso debemos preguntarnos si realmente podríamos vivir sin él. A la hora de comprar, compara siempre para encontrar la mejor opción; no se trata siempre de elegir lo más barato, sino la mejor relación calidad-precio. Analiza también en qué supermercado de tu zona llenas tu carro por menos dinero y lleva siempre la lista de la compra.

4. Compra por Internet. La mayoría de las veces resulta mucho más económico comprar por Internet. Existe el mito de que los productos que se venden online son de peor calidad, sin embargo esto no es así necesariamente, y prueba de ello es la calidad de la ropa de cama de Sabanalia, donde puedes adquirir la mejor calidad a un buen precio.

5. Sigue el ritmo solar. Si vas a estar en casa levántate a la hora que salga el sol para aprovechar todas las horas de luz y no tener que encender la luz de forma innecesaria.

6. Reutiliza los objetos que no usas. ¿Estás a punto de tirar tu cepillo de dientes? No lo hagas, puedes utilizarlo para limpiar esquinas y zonas difíciles. Pasa lo mismo con la ropa que ya no te pones, que puedes hacerla trapos o paños.

7. Limita el uso de la calefacción y el aire acondicionado. En verano no debes poner una temperatura demasiado fría; si utilizas la ropa adecuada y estás de manga corta podrás estás a gusto a unos 25 grados. Algo similar ocurre en invierno: si te abrigas bien no tendrás que subir tanto la temperatura.

Estos son algunos trucos para ahorrar, aunque siempre puedes darte algún capricho de vez en cuando. Una buena forma de hacerlo con cabeza es ir acumulando en una hucha los céntimos que te sobran al final del día.