Los edredones tardan en ensuciarse si se protegen adecuadamente con una funda nórdica, pero al cabo de un tiempo, especialmente si la cama es usada por más de una persona, acaba perdiendo el color original y va recopilando olores que es conveniente eliminar. El lavado de este tipo de productos se debe realizar con mucho cuidado y nunca de forma habitual ya que a la larga se acabarían estropeando los materiales (normalmente un lavado cada dos años es más que suficiente).

El primer paso será comprobar que el relleno no presenta hilos sueltos, ni agujeros, ni desgarros. De ser así habría que proceder a su cosido para que no se rompa dentro de la lavadora. Aprovecha también para eliminar las manchas más fuertes; puedes probar con un trapo húmedo al principio y si la mancha prosigue puedes utilizar una pequeña dosis de un detergente suave.

Este tipo de edredones suele desprender pequeños restos de hilos, por eso es recomendable que utilices una aspiradora para eliminar los que se hayan quedado pegados al edredón y que así no se queden en la lavadora.

A la hora del lavado debes introducir la prenda de forma uniforme dentro de la lavadora y seleccionar un lavado débil que no deteriore la ropa. Puedes elegir un detergente suave o algún jabón especial para este tipo de ropa. Si el edredón es blanco también puedes usar un poco de lejía.

Después del lavado saca inmediatamente el colchón de la lavadora e introdúcelo en la secadora en la posición más baja posible de secado. Notarás que tendrá un color algo grisáceo, pero es algo normal, consecuencia de que todavía está mojado. Se recomienda introducir alguna pelota de tenis limpia durante el proceso para que el secado sea más uniforme y se seque cada parte de la prenda. Cada media hora, aproximadamente, saca el edredón y sacúdelo un par de veces para que no se deforme.

Cuando el secado esté listo es casi seguro que todavía se quede algo húmedo, por lo que debes colgarlo unas horas en un lugar fresco y seco (sin que le de el sol directamente) para eliminar cualquier rastro de humedad si no quieres que tu edredón acumule olores desagradables. Puedes sacudirlo de vez en cuando y cambiar la postura para que vaya recuperando la forma.

Recuerda que este tipo de lavado puede ser muy fuerte y no se debe realizar con frecuencia, únicamente cuando el edredón esté realmente sucio. Para guardarlo, la mejor opción es que utilices una bolsa al vacío para que no se vea afectado por los olores externos.