Todos los días te levantas, vas al baño y te duchas, desayunas, te cepillas los dientes y te vistes para el día. ¿Pero, estás seguro de que tu higiene no se ha pasado por alto en ningún aspecto? Bueno, sin duda y a menudo pasamos por alto las camas. Al igual que cambiarse de ropa interior o la ropa deportiva todos los días, se deben cambiar las sábanas con frecuencia para mantener una higiene adecuada.

Comentemos un poco cuales son las consecuencias que provoca no cambiar las sabanas.

De promedio, se suele pasar 60 horas en la cama a la semana o 65 horas si eres muy perezoso. Durante este periodo de tiempo, al igual que el resto del día, su cuerpo descargará continuamente sudor, saliva, células muertas, cabello, orina y otras sustancias, así como polvo y suciedad que terminan siendo absorbidas por las sabanas y la ropa de cama. Además, toda la suciedad se acaba acumulando en el colchón, algo que es mucho más difícil de limpiar.

Por tanto, es muy común encontrar restos de cosméticos y de crema entre las sábanas, que pueden deteriorarse y oxidarse. Todos ellos favorecen la reproducción de microorganismos, como ácaros ( y sus heces), hogos, bacterias, que pueden ser realmente perjudiciales para la salud. Se sabe que los ácaros del polvo pueden provocar alergias, dificultades respiratorias e incluso asma. Además si por algún caso tienes una herida o corte, dado que las sábanas no son completamente higiénicas, pueden infectarse por el rozamiento de las sábanas. Incluso podemos tener infecciones y hongos en la zona genital y los pies como la conocida pie de atleta.

Por todos esto que hemos comentado debemos conocer con que frecuencia hay que cambiar la ropa de cama. Ya sabemos que mantener la cama correctamente higiénica, cambiar las sábanas y colchas de vez en cuando, limpiar los cojines y colchas es muy importante, en definitiva, todos los accesorios de la cama deben estar al punto. ¿Pero, es realmente tan importante?¿Con qué frecuencia debes hacerlo?

Afortunadamente, expertos en salud como Philip Tierno, médico de la Universidad de Nueva York, también plantearon esta pregunta. El Dr. Tierno y otros profesionales nos advirtieron que deberíamos cambiar nuestras sábanas al menos una vez a la semana.

Hay que tener en cuenta que esta frecuencia dependerá de cada casa en particular. Si vive en una zona con un clima cálido y tiende a sudar por la noche, considere aumentar la frecuencia de lavado de la ropa de cama. Además, tenga en cuenta de la ropa que usa a la hora de acostarse. Los pijamas también pueden bloquear hasta cierto punto algunos líquidos como el sudor u la orina. Muchas personas prefieren dormir desnudas, ya que, según muchos estudios, esta es una práctica beneficiosa para la piel porque así ésta puede respirar más fácilmente y eliminar las células muertas. Pero, por supuesto, estas células muertas y el sudor de cuando no se usa pijama se quedan directamente en las sábanas.

Y ahora que sabes con qué frecuencia es necesario cambiar las sábanas, es hora de ponerlo en práctica. Lo mejor es asegurarse de contar con un juego de sábanas para su uso. ¡Así de fácil! ya verás como tu salud, tu piel y tu cuerpo te lo agradecerán.